El seísmo desplazó 8 centímetros el eje de la Tierra y acortó el día.
Con una magnitud de 8,8 grados de la escala de Richter, el seísmo de Chile es el quinto más intenso desde 1900, según el servicio geológico de Estados Unidos (USGS). El terremoto llegó incluso a desplazar el eje terrestre en 8 centímetros y a acortar la duración del día en 1,26 microsegundos, según el investigador de la NASA Richard Gross, algo que no pasaba desde la devastadora sacudida de Sumatra, en 2004.
No obstante, el terremoto fue mucho menos mortífero que el que padeció Haití en enero, aun siendo este 500 veces menos intenso. El número de víctimas, estimado de momento en alrededor de 800 muertos, no alcanza ni de lejos los más de 200.000 fallecidos en la catástrofe de Haití.
«Las razones de la diferencia son tanto geológicas como políticas», explica Xavier Goula, sismólogo del Instituto Geológico de Catalunya. En primer lugar, detalla el investigador, la falla de Haití se encuentra por debajo de los centros habitados, al contrario de la de Chile.
«En segundo lugar, el país del cono sur lleva años de compromiso con la edificación antisísmica –afirma Gouda– pues la mayoría de las viviendas ha superado la prueba, al contrario de las precarias construcciones haitianas». En el caso de Chile, el terremoto causó menos muertos que el tsunami posterior, fenómeno este que no se produjo en el caso de Haití. «La falla de Chile se halla por debajo del mar, mientras en Haití es terrestre», comenta Goula. El experto minimiza los efectos del desplazamiento del eje terrestre. «Es difícil que esto tenga consecuencias visibles en la vida cotidiana», comenta.
Al contrario, destaca la importancia de la prevención. «Incluso en países poco sísmicos, como España, es necesario plantearse la rehabilitación de edificios antecedentes a las normativas más modernas», concluye.
Fuente:
http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idtipusrecurs_PK=7&idnoticia_PK=692275
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